¿A la 28 va la vencida?

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Por Libélula  hace 6 meses

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Por: Pia Zevallos – Gerente General de Libélula

La 28ª Conferencia sobre el Cambio Climático (COP 28) se desarrollará entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre en Dubái, Emiratos Árabes Unidos. Participan los gobiernos del mundo, pero las empresas toman cada año mayor protagonismo. Y si bien pareciera que con cada COP la brecha aumenta, hay muchos motivos para ser optimistas, partiendo por la existencia de confianza y colaboración desde el multilateralismo para afrontar el problema . A pesar de que muchos dudan de la relevancia de este espacio, lo cierto es que desde él se envían señales claras a los mercados. 

En esta COP se presentará por primera vez el Balance Mundial, una pieza clave del mecanismo de ambición del acuerdo de París, aprobado en 2015. El balance resume la situación actual de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), los esfuerzos para reducirlas (que vienen cada vez más del sector privado), el financiamiento asociado y los impactos del cambio climático. Se estima que el “presupuesto” de carbono se agotará como máximo en unos 7 años. La oportunidad para un cambio es ahora. La COP 28 brindará a los países de todo el mundo la oportunidad de revisar el progreso y reorientar los esfuerzos.

El financiamiento climático será otro gran protagonista, porque se discutirá la nueva meta de movilización de fondos para garantizar que los países en desarrollo tengan los recursos necesarios para cumplir sus compromisos climáticos. Existe una meta de movilización de 100 mil millones de dólares, proveniente de fondos públicos y privados, que aún no ha sido alcanzada. El 57% de fondos se dirigió a la mitigación; mientras que las necesidades de financiamiento en adaptación son entre 5 y 10 veces mayores que el financiamiento actual. Para países como el Perú, el financiamiento  para temas de adaptación es clave.

En esa misma línea, otro tema importante en las negociaciones gira en torno al mecanismo de Pérdidas y Daños. Los impactos climáticos se vuelven tan frecuentes y severos que ninguna estrategia de adaptación alcanza. En el Perú, El Niño Costero de 2017 causó daños por más de 30 mil millones de dólares y llevó a la pérdida de vidas y hogares. El impacto de la pérdida de glaciares en la disponibilidad hídrica es otra importante variable a considerar. A medida que la crisis climática se intensifica, la brecha entre los costos de los impactos y la capacidad de pago está creciendo. ¿Quién mejor que el sector privado para idear mecanismos de respuesta rápida, transparente y sencilla para proporcionar compensación a las personas y ecosistemas que son afectados?

La COP28 es un espacio decisivo para tomar acción frente al cambio climático y representa una oportunidad para unir a gobiernos, empresas, jóvenes, ciudades y sociedad civil en soluciones concretas y necesarias para alcanzar los compromisos climáticos.

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