José Marengo: “Se esperaba que el 1.5°C se cruzara entre 2040 y 2050, pero en 2024 ya experimentamos este nivel de calentamiento”

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By Libélula  4 days ago

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Por: Pilar Celi y Diego Monteza

José Marengo, científico peruano que desarrolla investigaciones en el Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (CEMADEN, por sus siglas en portugués) en Brasil y es miembro del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), advierte sobre la urgente necesidad de actuar frente al cambio climático tras superar el umbral de 1.5°C en 2024.

Para Marengo, la COP30, que se celebrará en Belém do Pará, Brasil, representa una oportunidad crucial para abordar la deforestación en la Amazonía y reivindicar el rol fundamental de los pueblos indígenas en la protección del ambiente.

En las últimas semanas, diversas organizaciones y medios de comunicación han señalado que el aumento de la temperatura global ha superado el límite de 1.5 °C. ¿Qué implicaciones tiene este hecho?

El límite de 1.5°C fue establecido en el Acuerdo de París tras años de estudios científicos, con el mandato de no sobrepasarlo para reducir los riesgos del cambio climático. También se definió un umbral de 2°C.

Podemos imaginarlo como un semáforo: 1.5°C representa la luz amarilla, advirtiendo un alto riesgo de eventos extremos más frecuentes e intensos. Al alcanzar los 2°C, la luz roja, la situación se vuelve aún más crítica.

Se esperaba que el umbral de 1.5°C se cruzara entre 2040 y 2050, pero en 2024 ya experimentamos este nivel de calentamiento.

El hecho de que se haya sobrepasado el 1.5°C ha generado confusión y desinformación. Por eso es importante que nos explique, ¿Cómo colaboran la OMM y el IPCC en la definición y monitoreo del límite de 1.5°C establecido en el Acuerdo de París?

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) es el principal centro de recopilación y análisis de datos científicos a nivel global, y recibe información de servicios meteorológicos como Senamhi en Perú, Senamhi en Bolivia e INMET en Brasil, y de todos los servicios meteorológicos e hidrológicos del mundo.

El IPCC fue creado conjuntamente por la OMM y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). A través de colaboración con expertos en las áreas ambientales de todo el mundo evalúan la información científica y los estudios climáticos e hidrológicos publicados en la literatura internacional, y elaboran informes monumentales sobre bases físicas del cambio de clima, evaluación de la vulnerabilidad, adaptación al cambio climático, entre otros. Con esa base, se establecieron referencias clave, como el límite de 1.5 °C definido en el Acuerdo de París, basado en sus estudios y proyecciones.

¿El Acuerdo de París ha fracasado tras haber superado el límite de 1.5 °C en el 2024?

El hecho de que la temperatura global haya superado temporalmente el umbral de 1.5°C en 2024 no implica, de inmediato, el fracaso del Acuerdo de París, pero sí representa una señal de alerta crítica a nivel mundial.

Si esta tendencia se mantiene en los diez próximos años, y el calentamiento continúa mayor a 1.5°C, ahí sí podemos decir que realmente la situación es grave.

Nosotros esperábamos esos valores a mediados de este siglo y el 1.5°C lo pasamos en el 2024, es decir, entre 15 y 25 años antes de lo esperado. Consideremos además que con 2°C la adaptación ya será muy complicada.

Además, el contexto político también juega un papel crucial. Un eventual retiro de países clave, como Estados Unidos, debilitaría significativamente los compromisos globales, reduciendo las posibilidades de mantener el calentamiento por debajo de niveles peligrosos. El cumplimiento efectivo del Acuerdo de París por parte de todas las naciones es fundamental para frenar el avance del cambio climático y evitar escenarios de mayor riesgo.

¿Qué factores han contribuido al incremento de temperatura en el planeta, y qué tendencias climáticas podemos esperar para 2025 en el contexto del cambio climático?

Los años más cálidos registrados, como 1998, 2016, 2023 y 2024, han coincidido con la presencia del fenómeno El Niño muy fuerte, lo que ha contribuido al aumento de la temperatura global.

Sin embargo, más allá de estos eventos climáticos, existe una clara tendencia de calentamiento a largo plazo, impulsada por el cambio climático antropogénico, es decir, causado por la actividad humana.

Para 2025, no se prevé la presencia de El Niño, y es posible que se desarrolle un evento de La Niña, que en caso de ser intenso podría generar cierto enfriamiento. No obstante, la tendencia general de calentamiento global probablemente continúe, aunque es posible que 2025 no sea tan cálido como 2023 y 2024 debido a la ausencia de El Niño. Hasta el momento, enero del 2025 es considerado como el más cálido de todos los eneros en el récord histórico.

¿Cuáles son las principales actividades humanas que contribuyen al aumento de la temperatura global?

Las actividades que incrementan la concentración de gases de efecto invernadero son las principales responsables, como la quema de combustibles fósiles y la ganadería, que genera metano. La deforestación también juega un papel crucial, ya que la tala de bosques reduce la capacidad de absorción de CO₂, y la quema de árboles también emite gases de efecto invernadero, acelerando el aumento de la temperatura regional y global.

Precisamente ahora que menciona la deforestación y con la próxima COP30 a desarrollarse en Belém do Pará, Brasil, ¿Cómo se posiciona el tema de la Amazonía?

La COP30 es crucial porque pone en la agenda global temas como los incendios forestales, la desertificación y la destrucción de la Amazonía. Es urgente reducir la deforestación a cero, ya que cualquier tala, legal o ilegal, elimina la capacidad de los bosques para limpiar la atmósfera. Además, Belém do Pará, al ser una ciudad amazónica, destaca la importancia de la Amazonía en el contexto climático global, recordándonos que los bosques tropicales, como los de la Amazonía, África Ecuatorial y el sudeste asiático, desempeñan un papel fundamental en el equilibrio del clima mundial. Estos bosques actúan como motores de un avión: si uno falla, los otros intentan compensar, pero si todos fallan, el “avión” cae.

La COP30 en la Amazonía resalta la necesidad de priorizar su protección aunque también es importante que se continúe la discusión sobre desertificación y el aumento del nivel del mar en islas pequeñas, siempre con un enfoque en la responsabilidad compartida y la necesidad de que los países ricos financien fondos de adaptación. También es importante resaltar el conocimiento indígena en la conservación de la Amazonía.

¿Podríamos decir que las comunidades indígenas van a tener un papel crucial durante la COP30?

En Brasil y otros lugares, se está reconociendo cada vez más el valor del conocimiento indígena en la protección ambiental. Por ejemplo, el Panel Científico de la Amazonía publicó la Enciclopedia de la Amazonía en 2021 y actualmente se está revisando en 2025, incorporando la experiencia de investigadores y técnicos de comunidades indígenas. Este conocimiento, transmitido de generación en generación, a menudo tiene bases científicas que muchos ignoran, pero que son fundamentales para la preservación de los ecosistemas. Es importante reconocer que, en muchos casos, los pueblos indígenas saben más sobre sus territorios que muchos científicos o expertos occidentales.

¿Qué tan importante es la coordinación regional en América Latina para enfrentar los retos climáticos y qué propuestas hay para fortalecer esta cooperación?

La coordinación regional en América Latina es crucial para abordar los desafíos climáticos, que varían desde huracanes en Centroamérica hasta sequías, incendios forestales y olas de calor en otras partes del continente.

La COP30 representa una excelente oportunidad para que los países latinoamericanos presenten una posición común pero también sería beneficioso tener una COP latinoamericana, enfocada en los problemas climáticos específicos de la región. La cooperación entre países es clave para crear estrategias efectivas que aborden los fenómenos extremos que afectan a toda la región.

Hace unos años, le pregunté sobre las acciones que debemos tomar las personas para enfrentar el cambio climático, y usted sugirió que nos enfoquemos en las políticas ambientales ¿Continúa pensando igual?

Hace diez años, podíamos hablar de usar menos vehículos y promover alternativas más sostenibles, pero hoy, las soluciones deben ser más profundas. La acción debe venir de gobiernos y empresas.

Como ciudadanos, nuestra responsabilidad es convertirnos en activistas ambientales presionando a nuestros gobiernos para que implementen políticas ambientales efectivas. En el contexto de las elecciones, es esencial elegir a aquellos que prioricen el cambio climático y el desarrollo sostenible, ya que son los gobiernos quienes definen las políticas necesarias para enfrentar esta crisis global.

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