Hoy en día, hay empresas comprometidas con la sostenibilidad, pero pocas son realmente sostenibles: invierten en proyectos para reducir emisiones y riesgos, mejoran sus prácticas ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo), y han comenzado a comunicar estos esfuerzos a sus consumidores e inversores. Este cambio no es una coincidencia; es una respuesta a la creciente importancia que las mismas empresas, la sociedad y los medios de comunicación le están dando al tema. Según GreenBIZ, los principales medios de comunicación se están interesando cada vez más por la sostenibilidad y la tecnología climática.
Sin embargo, a pesar de estos avances, la mayoría de empresas no están comunicando la sostenibilidad de manera efectiva y los medios generan poco contenido sobre temas de sostenibilidad en comparación con otros temas. Un estudio reciente de Libélula (2023) revela que existe una brecha significativa entre la cantidad de noticias sobre sostenibilidad (apenas el 2% del total de noticias se enfoca en el cambio climático) y el interés de las audiencias (entre el 42% y 52% en América Latina, uno de los más altos a nivel global, según el Instituto Reuters y la Universidad de Oxford).
Aquí radica una oportunidad que no podemos pasar por alto: mejorar nuestra comunicación sobre sostenibilidad puede hacernos llegar a más audiencias. ¿Qué estamos haciendo y cómo podemos hacerlo mejor?
Primero, a menudo nuestra comunicación es demasiado técnica. Los mensajes están llenos de jerga y términos que el público general no entiende, y genera poco entendimiento sobre lo que las empresas están haciendo y por qué es importante.
Segundo, muchas veces los anuncios corporativos sobre temas de sostenibilidad carecen de contexto que pueda ayudar al lector, y se debe a que las empresas generalmente se centran en los aspectos positivos de sus esfuerzos de sostenibilidad, sin proporcionar información sobre los desafíos que enfrentan o los compromisos a los que responden.
Tercero, la comunicación de la sostenibilidad está centrada en la empresa, en sus propios logros, pero no explican cómo sus esfuerzos benefician a los consumidores, a los inversores y a la sociedad en general, generando que la comunicación sea menos atractiva y menos persuasiva.
Y por último, la comunicación de la sostenibilidad es infrecuente. Las empresas publican comunicados de prensa sobre sus esfuerzos de sostenibilidad, pero rara vez hablan de ellos en otros canales, como sus webs o redes sociales. Esto hace que sea difícil para las personas mantenerse al día con los esfuerzos de sostenibilidad de las empresas.
Si aspiramos a que nuestras acciones generen un impacto significativo, inspiren a otros y escalen más allá de nuestras propias empresas y grupos de interés, debemos mejorar nuestra comunicación al respecto. Simplificar nuestro lenguaje, proporcionar contexto, destacar los beneficios, aliarnos con los medios y mantener una comunicación constante son pasos esenciales.