Nadie se ha salvado de la avalancha de noticias sobre el nuevo Coronavirus en las últimas semanas. Aquí compartimos 4 ideas, desde la experiencia de la acción climática, que pueden ayudarte a tomar mejores decisiones.
Escucha a la ciencia
Es imprescindible que verifiques la veracidad de la fuentes informativas (un estudio del MIT comprobó que los “fake news” impactan más que noticias verdaderas).
En la era de las redes sociales, se estima que un alto porcentaje de lo publicado en Internet es falso o carece de sustento científico. Algunas personas buscan desinformar y confundir velando por sus intereses. Peor aún, estos contenidos luego son replicados y tomados como verdades. Lo vemos en el cambio climático: 11 mil científicos de 153 países demandan acción urgente, a la vez que políticos y personalidades denuncian alarmismo. El resultado es confusión total. Evita asumir una posición de negación sin información; esto no aporta a la solución del problema.
Hay estudios que demuestran que ante problemas complejos y de vulnerabilidad extrema, las personas optan por la evasión y negación. “¿Qué diferencia puedo hacer yo?” o “A mí no me va a pasar eso” son comentarios comunes en estas situaciones. El cambio climático trae consigo pérdidas catastróficas en las economías globales e impactos sociales y ambientales incalculables. Sin embargo, las negociaciones siguen sin producir avances contundentes hacia la descarbonización. Italia lo está viviendo en carne propia: tras la experiencia de China con el COVID-19 y pese a tener en su territorio casos de infección, desestimaron la criticidad de acción. La reacción tardía hoy le cuesta más caro.
Tras un cuarto de siglo de negociaciones para afrontar el cambio climático pareciera que todavía hay mucho por aprender. Es curioso ver cómo cada país, cegado por sus propios intereses, negocia casi unilateralmente sin consensuar para obtener el bien común ¿Realmente creerán que lo que hace el país vecino no les afecta? Para abordar la crisis del COVID-19 no podemos seguir pensando en soluciones individuales, país por país. Debemos pensar en la solución global, colaborar, compartir experiencias, soluciones y recursos. Y hacerlo ya.
En tus manos está ser parte de la solución, cada acción suma.
Los actores que se deben articular para el cambio climático son los mismos que para afrontar el COVID-19: estados, organismos internacionales, científicos, la academia, gobiernos regionales y locales, medios de comunicación, empresas y población. Hay momentos como este, en que a cada uno le corresponde ser parte de la solución desde su rol. Todo esfuerzo es valioso.
Así como día a día te invitamos a medir tu impacto, reducirlo y sumar esfuerzos para construir un mundo mejor; hoy te invitamos a sumarte en la tarea de controlar este virus. Infórmate bien, busca el beneficio común y reflexiona qué más puedes hacer desde donde estás.