El incremento de temperatura del planeta no debe superar 1.5 °C con respecto a los valores preindustriales para evitar los efectos más catastróficos del cambio climático. Hoy ya llegamos a 1.2 °C y sabemos que parte de los impactos son irreversibles. La ciencia nos dice que debemos adaptarnos y reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para llegar a cero neto lo antes posible.
Las empresas pueden jugar un papel fundamental en el camino hacia una economía resiliente y baja en carbono, si establecen objetivos para limitar sus emisiones de GEI y adaptarse, a lo largo de toda su cadena de valor. Science Based Targets initiative (SBTi, por sus siglas en inglés) surge como un esfuerzo internacional para incorporar la contribución del sector privado a la meta global del Acuerdo de París y guiar a las organizaciones privadas en la reducción de GEI mediante objetivos basados en la ciencia.
Según el reporte del SBTi 2024, más de 8.000 empresas de todo el mundo ya están trabajando en objetivos basados en la ciencia. Este número de empresas incrementó en 102% con respecto al año anterior, de las cuáles 83% corresponde a instituciones financieras (bancos, aseguradoras, etc.). Lo que demuestra que los flujos financieros empiezan a alinearse a la descarbonización, lo que resultará en demandas alineadas para los otros sectores.
Empresas como Coca-Cola HBC, Dell y P&G han demostrado que bajo el despliegue de sus objetivos basados en la ciencia lograron entre 20 a 40% de reducción en el consumo de energía como beneficio directo. Colgate-Palmolive y Sony además reportan reducciones de hasta 80% menos plástico en sus productos (SBTi, s.f.). Un estudio reciente de Carbon Disclosure Project reveló además que empresas como estas tienen un 67% más de probabilidades de experimentar una reducción de costos operativos. Kellogg’s, la empresa multinacional de fabricación de alimentos, ha logrado involucrar a 75% de sus proveedores en el despliegue para alcanzar su objetivo de llegar a las cero emisiones netas, consiguiendo además una cadena de suministro más resiliente y sostenible.
Se trata de una oportunidad estratégica para que las empresas hagan frente al cambio climático. Logrando la descarbonización de sus propios modelos de negocio mejoran su rentabilidad, atienden las expectativas de información relacionada con el cambio climático, aumentan la confianza de los grupos de interés, impulsan la innovación y se anticipan a la evolución de normativas, políticas y del mercado.
Aunque Latinoamérica solo representa el 2% de las empresas asociadas a la iniciativa SBTi, cada vez más empresas serán desafiadas a seguir estos lineamientos de cooperación para amplificar el impacto de los esfuerzos de las empresas más grandes y generar sinergias que beneficien a todo el planeta.
Hoy, las empresas peruanas tienen una oportunidad de vincular los objetivos basados en la ciencia a su estrategia empresarial, para transformar el desafío climático en una ventaja competitiva y contribuir a un futuro más sostenible para todos. Sumarse a la iniciativa implica, como primer paso, la medición de la huella de carbono de su empresa. Conocer el comportamiento de sus emisiones se convertirá en el punto de partida para impulsar la transformación empresarial, imprescindible para continuar abordando el cambio climático y generando oportunidades sostenibles para todos los peruanos y peruanas.
Columna publicada en el Diario Gestión