Empresas de América Latina tienen la oportunidad de crear nuevos negocios, abrir mercados, y ser más resilientes
El Foro Económico Mundial publicó recientemente su Global Risks Report 2023,que encuesta a expertos sobre los principales riesgos para el mundo en los próximos dos y diez años. El sector empresarial encuestado considera que de 10 riesgos, 5 están asociados a los efectos del cambio climático para los negocios en los próximos dos años y corresponden a: climas extremos y desastres ambientales, fracaso en mitigar el cambio climático, crisis de recursos naturales y fracaso de las medidas de adaptación. Cada vez es más estratégico y urgente gestionar el impacto de los riesgos climáticos en los negocios.
¿Qué pueden hacer las empresas frente a este panorama?
Como primera medida, identificar los riesgos que enfrentan para poder gestionarlos y desde allí, construir organizaciones más resilientes y prósperas. Sin embargo, el Reporte de Acción Climática de América Latina 2022, publicación realizada por Libélula en alianza con gremios empresariales de la región, nos indica que el sector privado no está priorizando este análisis: sólo el 22% de las empresas encuestadas han identificado y están gestionando los riesgos y oportunidades que presenta el cambio climático para sus negocios. La mayoría vincula los riesgos a desastres climáticos, como las inundaciones, que pueden afectar severamente estructuras físicas, activos y operaciones (rutas y transporte). Pocas empresas han identificado nuevas oportunidades de generar valor en un contexto de cambio climático.
Por otro lado, el Reporte ha relevado también buenas prácticas de empresas que están creando nuevos negocios a partir de su gestión de este contexto. Un ejemplo es Ferreycorp, que instaló paneles solares Caterpillar, a quien representa en el Perú, en su centro de reparación en Arequipa. Así logró reducir sus emisiones de GEI y generó un ahorro energético de S/246 mil, impulsando a su vez la venta de paneles solares a sus clientes mineros. Otro caso es el de la Compañía Azucarera Chumbagua de Honduras, que identificó que generar energía a partir de sus residuos era una oportunidad de negocio. Hoy no sólo abastece a su planta al 100% con bioenergía generada a partir del bagazo, sino que transfiere más del 50% a la red de energía nacional. Como estos, existen muchos otros ejemplos de empresas que al implementar medidas de gestión de riesgo climático descubren oportunidades para generar más valor.
En conclusión, la crisis climática no representa únicamente una amenaza: puede ser también una enorme oportunidad de transformación empresarial que impacte positivamente al ambiente, las personas y que impulse nuevas oportunidades de negocio. Los líderes empresariales de nuestra región tienen el gran desafío de incorporar esta visión en su estrategia, catalizando la innovación en sus organizaciones.