NUEVE LÍMITES QUE EVIDENCIAN NUESTRO IMPACTO EN EL PLANETA
El cambio climático y la pérdida de biodiversidad son solo algunas evidencias de que nuestra huella en el planeta amenaza nuestra propia supervivencia.
Actualmente viven aproximadamente 7,634 millones de personas en el Mundo y este número aumenta cada día. Por ello, en el Día Mundial de la Población, aprovechamos la oportunidad para tomar conciencia sobre cómo estamos usando los recursos del Planeta, considerando que éstos son limitados.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estima que para el 2030, la población mundial necesitará 40% más agua, 50% más alimentos, 40% más energía y 40% más madera y fibra. La única forma en que podremos satisfacer estas demandas es gestionando nuestros ecosistemas de manera inteligente y sostenible para que así la Tierra tenga tiempo suficiente de regenerarlos.
Limites Planetarios. Son nueve las áreas de medición de las condiciones planetarias con las que se monitorea la situación real del mundo. Los “Límites Planetarios”,concepto desarrollado en el 2008 por Johan Rockström y Will Steffen, facilitan el monitoreo del impacto ambiental con el objetivo de preservar la vida de las futuras generaciones y diversas especies.
1) Cambio climático: Los científicos pueden medir el cambio climático mediante el estudio de los niveles de gases de efecto invernadero (GEI) en nuestra atmósfera, siendo el más importante de estos, el CO2. El límite propuesto de CO2 no debería superar las 350 ppm (partes por millón). Sin embargo, hoy ya estamos en 390 ppm. Una consecuencia de ello es el deshielo y la alteración de los climas habituales de todo el planeta.
2) Biodiversidad: El indicador imperfecto pero aceptable es la tasa de extinción. En los últimos 50 años, los cambios de los ecosistemas han ido más rápido que en cualquier otro momento histórico, y la tasa de extinción de cada especie es de 100 a 1,000 veces más de lo que podría considerarse natural.
3) Exceso de fertilizantes: Se propone que no más de 11 millones de toneladas de fósforo sean vertidas en el océano cada año. Sin embargo, hoy se vierten 10 veces esa cantidad a los mares. La producción excesiva de nitrógeno y fósforo, subproductos del sistema agrícola, contaminan suelos, aguas y océanos, lo que contribuye a la falta de oxígeno en éstos y reduce la productividad.
4) Capa de ozono estratosférico: Algunos gases de efecto invernadero (GEI) como los clorofluorocarbonos (CFC), además de calentar el planeta degradan paulatinamente la capa de ozono. Esto incrementa la radiación Ultravioleta (UV) del Sol y como consecuencia perjudica la salud humana y la de los ecosistemas.
5) Acidificación de los océanos: Los océanos absorben más de un 25% de las emisiones de CO2 que emite la humanidad. Como consecuencia, el pH se acidifica reduciendo la cantidad de carbonato disponible, elemento esencial para especies marinas, principalmente el fitoplancton (la base de la cadena alimenticia marina), los arrecifes de coral, los mariscos y moluscos.
6) Consumo de agua dulce y el ciclo hidrológico global: El crecimiento de la población y el mal uso del agua han cambiado el flujo de los ríos y del vapor. El agua dulce es cada vez más escasa y su demanda es mayor.
7) Cambio de uso de la tierra: Los bosques, humedales y otros tipos de vegetación están siendo convertidos en tierras agrícolas y ganaderas. Hoy no está regulada la forma eficaz de distribución y proporción de estas tierras que, si bien son las generadoras de alimentos para la humanidad, están acabando con la vida de los ecosistemas.
8) Carga de aerosoles: Los aerosoles afectan la formación de nubes y los patrones de circulación atmosférica. Además, afectan la radiación solar e incrementan las partículas tóxicas en el aire, perjudicando a los seres vivos.
9) Productos químicos en dispersión: Las emisiones de compuestos tóxicos, tales como metales pesados y materiales radioactivos pueden permanecer por cientos de años en el ambiente con efectos irreversibles. Como ejemplo, 800,000 personas mueren cada año en el mundo por causas asociadas con la contaminación del aire.
La estabilidad del planeta Tierra y la de nuestro futuro depende de estos nueve límites.
Hoy, en el Día Mundial de la Población, te invitamos a reflexionar sobre cómo puedes contribuir para reducir estos impactos; es tarea de toda la humanidad reinventarse y volverse protectora de estos nueve limites para vivir en armonía con la Tierra y sus recursos.